Dedicaciones
como la saya son difíciles de encontrar en estos días. El Prof.
Ramon Almarza tiene en su haber 50 años de geología. ¿Toda la
vida?. Pues sí, y eso le ha traído canas y el placer de ser un
estudioso de las formaciones geológicas, hasta el punto de contar con la
más extensa recopilación de campos petrolíferos venezolanos
realizada por iniciativa particular. Su envidiable memoria nos trae del recuerdo
una infatigable labor que echa sus frutos en las propias puerta de la Apertura y
del siglo XXI.
La tercera promoción de la Escuela de Geología de la Universidad Central de Venezuela, en el año 1945, vió graduar a un joven que con el tiempo se convertiría en uno de los geólogos que más tiempo de su existencia y actividad profesional dedicaría al estudio del subsuelo venezolano. Hoy es el Profesor Ramón Almarza, y en los predios del siglo XXI, lleva a cuestas 50 años de experiencia que lo hacen uno de los mejores conocedores de aquellos términos y frases técnicas que forman parte del lenguaje geológico.
Ramón Almarza a secas, imposible. Suena como si le faltara respeto, sería como no decirle maestra a quien nos ha enseñado a multiplicar. El Profesor Ramón Almarza, merece ese distintivo, y es que no ha podido desprenderse de él, pues hasta ahora suma en la cuenta 35 años de trabajo docente, primero en Pre-grado en la Escuela de Petróleo y luego en el área de Geología del Post-grado de Ingeniería en la Universidad del Zulia, su casa desde 1960.
Se muestra muy precavido al hablar, casi con la certeza de que escuchar es de mejor educación. Una voz casi imperceptible es un signo un poco confuso, tal vez una timidez nata o parte de sus precauciones. No sonríe al primer tino, pero la confianza lo vuelve acertivo y preciso. Meticuloso, moderado, nos recuerda a personas de la época en que las radios grandes eran el mejor instrumento de comunicación y el sistema educativo una taza de plata. Una época dorada, sin duda, de la que el Prof. Almarza extrajo lo mejor, condensándolo en sus conocimientos y estudios sobre geología.
No en vano, pues esa influencia de la Venezuela organizada le serviría posteriormente en otras actividades de su vida, que lo llevaron a ser desde geólogo de pozos mapas del subsuelo en la Mene Grande Oil Company, donde trabajó por 9 años, hasta Ministro-Consejero para Asuntos Petroleros de la Embajada de Venezuela en Pekín. En cargos públicos, tiene en su haber un desempeño de más de 20 años en el Ministerio de Energía y Minas, 18 como Director Regional de Hidrocarburos en la jurisdicción occidental del país y 3 como Director representante de ese Ministerio en la Fundación Instituto Municipal de la Energía.
Desde sus inicios como profesional, en la década de los cuarenta, tuvo en mente la organización de los datos existentes para ese entonces sobre la geología de los suelos venezolanos. Al parecer, por esos años, resultaba muy difícil obtener información sobre las estructuras geológicas, más si se esperaba contar con alguna ayuda de las empresas petroleras que operaban en el país, quienes por razones lógicas de competencia, mantenían en el más estricto secreto sus estudios y descubrimientos. Es el comienzo de una especie de reto para el Prof. Ramón Almarza, al plantearse la tarea de recopilar la información disponible sobre la geología de los yacimientos petrolíferos venezolanos. Al principio es sólo parte de su otra pasión, la de la educación, pues reunir datos geológicos le era de mucha utilidad para actualizar los conocimientos de sus alumnos. Poco a poco se le infiltró en los huesos, y lo que en 1968 era un folleto impreso con algunas fechas relacionadas con la industria petrolera, en 1995 se ha convertido en una recopilación completa y precisa de las acumulaciones petrolíferas importantes de Venezuela.
Como parte del relato
El Prof. Almarza, como si estuviera en una clase y con una memoria que no desmerece en nada a su cabello cano, nos lo cuenta así: "La historia comienza con la recopilación de hitos fundamentales de la industria petrolera venezolana, dispersos en textos, revistas, informes, colecciones periodísticas y otras publicaciones. Esta información era confirmada con referencias personales de quienes vivieron las distintas etapas del petróleo venezolano. Y aquí hablamos de conferencistas de congresos, gerentes de las operadoras, geólogos, amigos que estuvieron en la historia. Una primera cronología la publicó la Editorial Catatumbo; cubría fechas notables desde 1530 hasta los contratos de servicio de 1967. Este material impreso fue distribuido durante las II Jornadas Técnicas de Petróleo que realizó la Universidad del Zulia en 1968.
Ahora, la primera recopilación venezolana sobre los hidrocarburos, una publicación en forma sobre su petróleo, se había realizado en Caracas por la Convención de Petróleo, convocada por el Dr. Manuel R. Egaña, como Ministro de Fomento y presidida en 1951 por el Dr. Santiago E. Vera, Ministro de Minas e Hidrocarburos. Contenía la información geológica de 12 áreas.
Doce años después, los campos petrolíferos fueron descritos en la obra "Aspectos de la industria petrolera en Venezuela" como resultado del Primer Congreso Venezolano de Petróleo en 1963, organizado por la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo, y con la presidencia de los ingenieros Jose G. Páez y Luis Plaz Bruzual. En el resumen geológico se incluyeron 23 campos petrolíferos venezolanos.
En 1980 se hizo una tercera publicación, patrocinada por FONINVES. Se trataba del excelente texto "Geología de Venezuela y de sus campos petrolíferos", por el Dr. Clemente González de Juana, Geol. María Iturralde de Arozena y M.Sc. Xavier Picard Cadillal. Este material venía a llenar el vacío existente en cuanto a geología de superficie, pues en las publicaciones anteriores sólo se trataba la geología de subsuelo.
Ya en la actualidad el número de campos recopilados sobrepasa los 60 y la precisión responde a la versión actualizada de diferentes fuentes, eligiendo la interpretación más acorde con la inforrnación disponible y con la geología regional. Se le ha incorporado ajustes en terminología y edades geológicas, conforme a la revisión hecha por las empresas operadoras o consultoras y a las recomendaciones del "Léxico Estratigráfico de Venezuela"."
La vida del Prof. Almarza es toda una historia. Gracias a su excelente memoria, todos los datos están en blanco y negro, cada nombre, cada fecha se mantiene en un estricto orden. Cincuenta años de trabajo no pasan en vano.
Afortunadamente, todo su trabajo se ha visto recompensado, pues además de la satisfacción de haber cumplido un cometido, los reconocimientos han sido públicos. En 1980 recibió la condecoración "Francisco de Miranda" en su primera clase, en 1989 la "Jesús Enrique Lossada" y en 1995 recibió la Medalla de Oro de la Instrucción Pública ("Orden 27 de junio") en primera clase "y unos cuantos reconocimientos y menciones más" señala orgulloso.
La geología venezolana le debe a este hombre mucho de lo que hoy en día tiene y las nuevas generaciones de geólogos recordarán su empeño en hacer que la estructura del subsuelo de este país haya sido conocida.
¿Y la Apertura es beneficiosa o no para la geología?
Con su tono de precaución el Prof. Ramón Almarza contesta "por supuesto que sí, es beneficiosa para dar a conocer la geología de Venezuela. En los paquetes que se entregaron a las empresas licitantes vienen detallados estudios, y las mismas empresas, dado que no están compitiendo por territorio, pues las áreas ya les han sido asignadas, no tendrán problema en hacer públicos sus propios descubrimientos."
Cretáceo, Paleoceno, Eoceno, Oligoceno, Mioceno, Plioceno están constantemente en el vocabulario de los geólogos petroleros. Para el Prof. Almarza están presentes desde que su gusto por descubrir la historia de las forrnaciones geológicas y de la acumulación de hidrocarburos se convirtió en parte de su propio relato. Será un valioso legado.
Tomado de: Sonia Innaurato, Revista Interview, Enero 1996, (89): 12-13.